Introducción

“... se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel" 1 Corintios 4:2 “De acuerdo con las condiciones en que se funda nuestra mayordomía, tenemos obligaciones, no solo con Dios, sino con los hombres. Todo ser humano está en deuda con el amor infinito del Redentor por los dones de la vida. El alimento, el vestido, el abrigo, el cuerpo, la mente y el alma, todo ha sido comprado con su sangre. Y por la deuda de gratitud y servicio que nos ha impuesto, Cristo nos ha ligado a nuestros semejantes. Nos ordena: ‘Servíos por amor los unos a los otros’. ‘En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis’” (La Educación, pág. 124).

Conflicto entre Jefté y Efraín

1.- ¿Qué pregunta llena de sospechas y amenazas le hicieron los hombres de Efraín a Jefté?

Jueces 12:1 "Entonces se reunieron los varones de Efraín, y pasaron hacia el norte, y dijeron a Jefté: ¿Por qué fuiste a hacer guerra contra los hijos de Amón, y no nos llamaste para que fuéramos contigo? Nosotros quemaremos tu casa contigo".

Nota

“El prejuicio y la incredulidad surgieron en el corazón de Natanael, pero Felipe no trató de combatirlos. Dijo: ‘Ven y ve. Jesús vió venir a sí a Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en el cual no hay engaño. Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y díjole: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Respondió Natanael, y díjole: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.’... Dios nunca honra la incredulidad, la desconfianza y la duda. Cuando él habla, su palabra debe ser reconocida y puesta en práctica en las acciones diarias. Y si el corazón del hombre está en viva relación con Dios, se conocerá la voz que viene de lo alto” (Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabática, págs. 27-28).

2.- ¿Cómo respondió a las amenazas de los hombres?

Jueces 12:2-3 "Y Jefté les respondió: Yo y mi pueblo teníamos una gran contienda con los hijos de Amón, y os llamé, y no me defendisteis de su mano. 3 Viendo, pues, que no me defendíais, arriesgué mi vida, y pasé contra los hijos de Amón, y Jehová me los entregó; ¿por qué, pues, habéis subido hoy contra mí para pelear conmigo?".

Nota

“La flexibilidad en las medidas, las respuestas amables y las palabras cariñosas son mejores para reformar y salvar que la severidad y la rudeza. El más pequeño exceso de brusquedad puede alejar a las personas, mientras que una actitud conciliadora sería el mejor medio de acercarlas para que pueda ponerlas en el buen camino. Debería estar movida por un espíritu de perdón y dar el crédito debido a los buenos propósitos y acciones de aquellos que la rodean. Diga palabras de elogio a su esposo, a su hijo, a su hermana y a todas las personas con quien se relacione. La censura continua marchita y oscurece la vida de cualquiera” (Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pág. 68).

3.- ¿Qué desafortunada disputa surgió entre las dos partes? ¿Hasta dónde llegaron en ese ambiente de alta tensión, a pesar que eran familiares y miembros de dos tribus de Israel?

Jueces 12:4-6 “Entonces reunió Jefté a todos los varones de Galaad, y peleó contra Efraín; y los de Galaad derrotaron a Efraín, porque habían dicho: Vosotros sois fugitivos de Efraín, vosotros los galaaditas, en medio de Efraín y de Manasés. 5 Y los galaaditas tomaron los vados del Jordán a los de Efraín; y aconteció que cuando decían los fugitivos de Efraín: Quiero pasar, los de Galaad les preguntaban: ¿Eres tú efrateo? Si él respondía: No, 6 entonces le decían: Ahora, pues, di Shibolet. Y él decía Sibolet; porque no podía pronunciarlo correctamente. Entonces le echaban mano, y le degollaban junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraín cuarenta y dos mil”.

Nota

“Es imposible que alguien llegue a ser un verdadero seguidor de Cristo sin hacer distinción entre él y la masa mundana de incrédulos. Si el mundo aceptara a Jesús, entonces no habría espada de disensión, porque todos serían discípulos de Cristo y estarían en comunión unos con otros, y su unidad no sería quebrantada. Pero ése no es el caso. Aquí y allá un miembro individual de una familia es fiel a las convicciones de su conciencia, y es obligado a permanecer solo. ... La línea demarcatoria se traza distintamente. Uno se coloca sobre la Palabra de Dios, los otros sobre las tradiciones y los dichos de los hombres. ... “La paz que Cristo les dió a sus discípulos, y por la cual oró, es la paz que nace de la verdad, una paz que no se termina a causa de la división. Afuera puede haber guerra y luchas, celos, envidias, odios y dificultades; pero la paz de Cristo no es una paz que el mundo pueda dar o quitar” (Nuestra Elevada Vocación, pág. 330).

4.- En total, ¿durante cuántos años juzgó Jefté a Israel?

Jueces 12:7 "Y Jefté juzgó a Israel seis años; y murió Jefté galaadita, y fue sepultado en una de las ciudades de Galaad".

Nota

“No podemos sino prever nuevas perplejidades en el conflicto venidero, pero podemos mirar hacia lo pasado tanto como hacia lo futuro, y decir: ‘¡Hasta aquí nos ha ayudado Jehová!’ ‘Según tus días, serán tus fuerzas.’ La prueba no excederá a la fuerza que se nos dé para soportarla. Sigamos, por lo tanto, con nuestro trabajo dondequiera que lo hallemos, sabiendo que para cualquier cosa que venga, El nos dará fuerza proporcional a la prueba” (El Camino a Cristo, pág. 125).

Ibzán juzgó a Israel

5.- ¿Qué registra la Biblia sobre el juez o líder Ibzán?

Jueces 12:8-10 "Después de él juzgó a Israel Ibzán de Belén, 9el cual tuvo treinta hijos y treinta hijas, las cuales casó fuera, y tomó de fuera treinta hijas para sus hijos; y juzgó a Israel siete años. 10Y murió Ibzán, y fue sepultado en Belén".

Nota

“Somos mayordomos a quienes nuestro Señor ausente ha encomendado el cuidado de su familia de fe y sus intereses, que él vino a esta tierra a atender. Ha regresado al cielo, dejándonos a nosotros a cargo, y espera que velemos y esperemos por su venida. Seamos fieles a nuestro cometido para que cuando venga de repente, no nos halle durmiendo” (Testimonios para la Iglesia, tomo 8, pág. 44).

Elón de Zabulón

6.- Aunque las Escrituras no enumeran ningún logro especial del juez Elon, ¿qué información se proporciona?

Jueces 12:11-12 "Después de él juzgó a Israel Elón zabulonita, el cual juzgó a Israel diez años. 12Y murió Elón zabulonita, y fue sepultado en Ajalón en la tierra de Zabulón".

Nota

“Estamos viviendo durante las escenas finales de la historia de esta tierra. La profecía se cumple rápidamente. El tiempo de prueba está pasando velozmente. No tenemos tiempo que perder, ni un solo momento. Nadie debe encontrarnos durmiendo en nuestro puesto. Nadie debe decir en su corazón o por medio de sus obras: ‘Mi Señor tarda en venir’. Resuene en fervientes palabras de amonestación el mensaje del pronto retorno de Cristo. Persuadamos a hombres y mujeres por doquier que se arrepientan y huyan de la ira venidera. Instémoslos a prepararse inmediatamente... Salgan predicadores y miembros laicos a los campos maduros” (Maranata: El Señor Viene, pág. 109).

Abdón, otro juez en Israel

7.- ¿Cuántos años gobernó este prolífico juez?

Jueces 12:13-15 "Después de él juzgó a Israel Abdón hijo de Hilel, piratonita. 14Este tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que cabalgaban sobre setenta asnos; y juzgó a Israel ocho años. 15Y murió Abdón hijo de Hilel piratonita, y fue sepultado en Piratón, en la tierra de Efraín, en el monte de Amalec".

Nota

“El Señor dice a los habitantes de la tierra: ‘Escogeos hoy a quién sirváis’. Todos están decidiendo ahora su destino eterno. Los hombres necesitan que se les haga comprender la solemnidad de la hora, la cercanía del día cuando terminará el tiempo de prueba. Dios no le da a nadie el mensaje de que pasarán cinco, diez o veinte años antes que termine la historia de esta tierra. No quiere dar excusa a ningún ser viviente para demorar la preparación para su advenimiento. No quiere que nadie diga, como el siervo infiel: ‘Mi Señor tarda en venir’, pues esto conduce al temerario descuido de las oportunidades y los privilegios que se nos dan a fin de que nos preparemos para ese gran día. Todo aquel que pretende ser siervo de Dios, está llamado a prestar servicio como si cada día fuera el último” (Maranata: El Señor Viene, pág. 111).

Estudio Adicional

“No se debe considerar una cuestión de poca monta el poseer la luz de la verdad presente, y sin embargo no comprometerse en su difusión. No es una cosa trivial decir por la actitud y el modo de sentir, aun cuando ese modo de sentir no se exprese en palabras: ‘Mi Señor se tarda en venir’... Debemos proclamar la verdad, debemos hacer brillar nuestra luz en forma definida para que las almas no tropiecen y caigan porque nuestra luz ha estado apagada” (A Fin de Conocerle, pág. 215).

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