Introducción

“El verdadero carácter cristiano se caracteriza por una unicidad de propósito, una determinación indomable, que se niega a ceder a las influencias mundanas, que apuntarán nada menos que a la norma bíblica. Si los hombres se permiten desanimarse en el servicio de Dios, el gran adversario presentará abundantes razones para desviarlos del sencillo camino del deber hacia uno de tranquilidad e irresponsabilidad. Aquellos a quienes se puede sobornar o seducir, desanimar o aterrorizar, no serán de ninguna utilidad en la guerra cristiana. Aquellos que ponen sus afectos en los tesoros mundanos o en los honores mundanos, no impulsarán la batalla contra principados y potestades, ni contra la maldad espiritual en las altas esferas” (Signs of the Times, 30 de junio de 1881).

1.- Sabiendo que tres naciones se habían unido, estaban en el territorio de Israel y a punto de atacar, ¿qué llamamiento envió Gedeón a las cuatro tribus?

Jueces 6:33-35; 7:1 "Pero todos los madianitas y amalecitas y los del oriente se juntaron a una, y pasando acamparon en el valle de Jezreel. 34Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando este tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él. 35Y envió mensajeros por todo Manasés, y ellos también se juntaron con él; asimismo envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, los cuales salieron a encontrarles. 7:1Levantándose, pues, de mañana Jerobaal, el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, acamparon junto a la fuente de Harod; y tenía el campamento de los madianitas al norte, más allá del collado de More, en el valle”.

Nota

“Todos los que quieran ser soldados de la cruz de Cristo deben ceñirse la armadura y prepararse para el conflicto. No debieran ser intimidados por amenazas ni aterrorizados por riesgos. Deben ser precavidos en el peligro, y sin embargo firmes y valientes en afrontar al enemigo y reñir la batalla de Dios. La consagración del seguidor de Cristo debe ser completa. Padre, madre, esposa, hijos, casas, tierras, todo debe considerarse como secundario ante la obra y la causa de Dios. Debe estar dispuesto a llevar paciente, alegre y gozosamente cualquier cosa que en la providencia de Dios sea llamado a sufrir. Su recompensa final será compartir con Cristo el trono de gloria inmortal ... Se cita Juec. 7:4” (Signs of the Times, June 30, 1881).

Reducción del número de combatientes

2.- ¿Qué instrucciones recibió Gedeón de Dios justo cuando tenía un buen número de voluntarios listos para defender a Israel? ¿Por qué el Señor lo requirió?

Jueces 7:2-3 "Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. 3 Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil".

Nota

“Debido a que el número de sus soldados era muy pequeño en comparación con los del enemigo, Gedeón se había abstenido de hacer la proclamación de costumbre. Se llenó de asombro al oír que su ejército era demasiado grande. Pero el Señor veía el orgullo y la incredulidad que había en el corazón de su pueblo. Incitado por las conmovedoras exhortaciones de Gedeón, se había alistado de buena gana; pero muchos se llenaron de temor al ver las multitudes de los madianitas. No obstante, si Israel hubiera triunfado, aquellos mismos miedosos se habrían atribuido la gloria en vez de adjudicarle la victoria a Dios” (Conflicto y Valor, pág. 127).

3.- Teniendo que enfrentar un ejército como langostas en número, ¿qué lógico le pareció a Gedeón reducir el número a incluso menos hombres? ¿Qué podía esperar de un número tan pequeño?

Jueces 7:4-8. "Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré; y del que yo te diga: Vaya este contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Este no vaya contigo, el tal no irá. 5 Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquel pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber. 6 Y fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas. 7 Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar. 8 Y habiendo tomado provisiones para el pueblo, y sus trompetas, envió a todos los israelitas cada uno a su tienda, y retuvo a aquellos trescientos hombres; y tenía el campamento de Madián abajo en el valle".

Nota

“Gedeón obedeció las instrucciones del Señor, y con el corazón oprimido vio marcharse para sus hogares a veintidós mil hombres, o sea más de las dos terceras partes de su ejército. “El Señor está ansioso de hacer grandes cosas para nosotros. No obtendremos la victoria porque seamos un pueblo numeroso, sino mediante la entrega completa del alma a Jesús. Debemos avanzar con su fuerza, confiando en el poderoso Dios de Israel. Hay una lección para nosotros en el ejército de Gedeón... El Señor tiene ahora el mismo anhelo de trabajar a través de esfuerzos humanos y de realizar grandes cosas mediante débiles instrumentos” (Conflicto y Valor, pág. 127).

Ánimo por un sueño

4.- ¿Qué valor adquirió Gedeón? ¿Qué escuchó después que Dios le dijo que fuera al campamento enemigo?

Jueces 7:9-14. "Aconteció que aquella noche Jehová le dijo: Levántate, y desciende al campamento; porque yo lo he entregado en tus manos. 10Y si tienes temor de descender, baja tú con Fura tu criado al campamento, 11y oirás lo que hablan; y entonces tus manos se esforzarán, y descenderás al campamento. Y él descendió con Fura su criado hasta los puestos avanzados de la gente armada que estaba en el campamento. 12Y los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente estaban tendidos en el valle como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la ribera del mar en multitud. 13Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo soñé un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la tienda cayó. 14Y su compañero respondió y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con todo el campamento".

Nota

“El Señor está dispuesto a hacer grandes cosas por nosotros. No ganaremos la victoria mediante números, sino mediante una entrega plena del alma a Jesús. Debemos avanzar en su fortaleza, confiando en el poderoso Dios de Israel. “Hay una lección para nosotros en el relato del ejército de Gedeón. ... El Señor está dispuesto igualmente ahora a actuar mediante los esfuerzos humanos, y a realizar grandes cosas mediante débiles instrumentos. Es esencial tener un conocimiento inteligente de la verdad, pues ¿en qué otra forma podríamos hacer frente a sus astutos oponentes? Debe estudiarse la Biblia no sólo por las doctrinas que enseña sino por sus lecciones prácticas. Nunca debierais ser sorprendidos, nunca debierais estar sin vuestra armadura puesta. Estad preparados para cualquier emergencia, para cualquier llamamiento del deber. Aguardad, velad por cada oportunidad para presentar la verdad; sed versados en las profecías, familiarizaos con las lecciones de Cristo. No confiéis en argumentos bien preparados. Un argumento solo no es suficiente. Debéis buscar a Dios puestos de rodillas; debéis salir para encontrar a las personas mediante el poder y la influencia de su Espíritu. Actuad prestamente. Dios quiere que seáis soldados siempre listos como fueron los hombres que componían el ejército de Gedeón. Muchas veces los ministros son demasiado meticulosos, demasiado calculadores. Mientras se preparan para hacer una gran obra dejan pasar la oportunidad de hacer una buena obra. El ministro actúa como si toda la carga descansara sobre él, un pobre hombre limitado, cuando Jesús es el que lo lleva a él y también a su carga. Hermanos, confiad menos en el yo, y más en Jesús” (Review and Herald, 1 de julio de 1884).

5.- ¿Qué convenció a Gedeón que el Señor entregaría a los enemigos en sus manos?

Jueces 7:15-18 "Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, adoró; y vuelto al campamento de Israel, dijo: Levantaos, porque Jehová ha entregado el campamento de Madián en vuestras manos. 16Y repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones, dio a todos ellos trompetas en sus manos, y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros. 17Y les dijo: Miradme a mí, y haced como hago yo; he aquí que cuando yo llegue al extremo del campamento, haréis vosotros como hago yo. 18Yo tocaré la trompeta, y todos los que estarán conmigo; y vosotros tocaréis entonces las trompetas alrededor de todo el campamento, y diréis: ¡Por Jehová y por Gedeón!".

Nota

“El Señor obra a su manera y según sus propios designios. Que los hombres oren para poder despojarse de sí mismos y estar en armonía con el cielo. Que oren: ‘No se haga mi voluntad, sino la tuya, oh Dios’. Que los hombres tengan presente que los caminos de Dios no son sus caminos, ni sus pensamientos sus pensamientos…. En las instrucciones que el Señor le dio a Gedeón cuando estaba a punto de pelear con los madianitas… estos hombres precisos, metódicos y formales no verían más que inconsistencia y confusión. Empezarían a retroceder con protestas y resistencia decididas. Habrían sostenido largas controversias para mostrar la inconsistencia y los peligros que acompañarían a la continuación de la guerra de una manera tan extrema, y en su juicio finito declararían todos esos movimientos como completamente ridículos e irrazonables. ¡Qué inconsistente, habrían considerado los científicos los movimientos de Josué y su ejército durante la toma de Jericó!” (Review and Herald, 5 de mayo de 1896).

Antorchas, cántaros y trompetas

6.- ¿Qué pasó cuando los hombres se unieron a Gedeón para tocar las trompetas? ¿Quién hizo un milagro en ese momento?

Jueces 7:19, última parte, 23 "... y tocaron las trompetas, y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos. 20Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón! 21Y se estuvieron firmes cada uno en su puesto en derredor del campamento; entonces todo el ejército echó a correr dando gritos y huyendo. 22Y los trescientos tocaban las trompetas; y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campamento. Y el ejército huyó hasta Bet-sita, en dirección de Zerera, y hasta la frontera de Abel-mehola en Tabat. 23Y juntándose los de Israel, de Neftalí, de Aser y de todo Manasés, siguieron a los madianitas”.

Nota

“El ejército que dormía se despertó de repente. Por todos lados, se veía la luz de las antorchas encendidas. En toda dirección se oía el sonido de las trompetas, y el clamor de los asaltantes. Creyéndose a la merced de una fuerza abrumadora, los madianitas se volvieron presa del pánico. Con frenéticos gritos de alarma, huían para salvar la vida, y tomando a sus propios compañeros como enemigos se mataban unos a otros. Cuando cundieron las nuevas de la victoria, volvieron miles de los hombres de Israel que habían sido despachados a sus hogares, y participaron en la persecución del enemigo que huía. Los madianitas se dirigían hacia el Jordán, con la esperanza de llegar a su territorio, allende el río” (Patriarcas y Profetas, págs. 534-535).

7.- ¿Qué llamamiento envió Gedeón a los efrainitas? ¿A qué condujo su respuesta positiva?

Jueces 7:24-25 "Gedeón también envió mensajeros por todo el monte de Efraín, diciendo: Descended al encuentro de los madianitas, y tomad los vados de Bet-bara y del Jordán antes que ellos lleguen. Y juntos todos los hombres de Efraín, tomaron los vados de Bet-bara y del Jordán. 25Y tomaron a dos príncipes de los madianitas, Oreb y Zeeb; y mataron a Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb lo mataron en el lagar de Zeeb; y después que siguieron a los madianitas, trajeron las cabezas de Oreb y de Zeeb a Gedeón al otro lado del Jordán".

Nota

“Gedeón envió mensajeros a los de la tribu de Efraín, para incitarlos a que interceptaran el paso a los fugitivos en los vados meridionales. Entretanto, con sus trescientos hombres, ‘cansados, pero todavía persiguiendo a los de Madián’ (Jueces 8:4), Gedeón cruzó el río, en busca de los que ya habían ganado la ribera opuesta. Los dos príncipes, Zeba y Zalmuna, quienes encabezaban toda la hueste, y habían escapado con un ejército de quince mil hombres, fueron alcanzados por Gedeón, quien dispersó completamente su fuerza, y capturó a sus jefes y les dio muerte. “En esta derrota decisiva, no menos de ciento veinte mil de los invasores perecieron. Fue quebrantado el dominio de los madianitas, de modo que nunca más pudieron guerrear contra Israel. Se extendió rápidamente por todas partes la noticia de que nuevamente el Dios de Israel había peleado por su pueblo. Fue indescriptible el terror que experimentaron las naciones vecinas al saber cuán sencillos habían sido los medios que prevalecieron contra el poderío de un pueblo audaz y belicoso” (Patriarcas y Profetas, pág. 535).

Estudio Adicional

“El jefe a quien Dios había escogido para derrotar a los madianitas no ocupaba un puesto eminente en Israel. No era príncipe, ni sacerdote, ni levita. Se consideraba como el menor en la casa de su padre, pero Dios vio en él a un hombre valiente y sincero. No confiaba en sí mismo, y estaba dispuesto a seguir la dirección del Señor. Dios no escoge siempre, para su obra, a los hombres de talentos más destacados sino a los que mejor puede utilizar. ‘Delante de la honra está la humildad’. Proverbios 15:33. El Señor puede obrar más eficazmente por medio de los que mejor comprenden su propia insuficiencia, y quieran confiar en él como su jefe y la fuente de su poder. Los hará fuertes mediante la unión de su debilidad con su propio poder, y sabios al relacionar la ignorancia de ellos con su sabiduría” (Patriarcas y Profetas, pág. 535).

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