Introducción
“El hombre no debe presumir de dejar de lado la gran norma moral de Dios y erigir una norma según su propio juicio finito. Debido a que los hombres se miden entre sí y viven según sus propios estándares, la iniquidad abunda y el amor de muchos se enfría. Se muestra desprecio por la ley de Dios, y debido a esto muchos presumen de transgredirla, e incluso aquellos que han tenido la luz de la verdad están vacilando en su lealtad a la ley de Dios. ¿Los barrerá la corriente del mal que con tanta fuerza se dirige hacia la perdición? ¿O, con valentía y fidelidad, frenarán la marea y mantendrán la lealtad a Dios en medio del mal prevaleciente? ¿No dirán con celo y devoción pura de corazón: ‘He guardado los caminos del Señor, y no me he apartado impíamente de mi Dios? Porque todos sus juicios estaban delante de mí, y no deseché de mí sus estatutos. Yo también fui recto delante de él, y me guardé de mi iniquidad?’” (Review and Herald, 12 de junio de 1894).
1.- ¿Qué le robó un hombre llamado Micah a su madre? ¿Qué hizo cuando se convenció que el dinero no era realmente suyo?
Jueces 17:1-2 "Hubo un hombre del monte de Efraín, que se llamaba Micaía, 2 el cual dijo a su madre: Los mil cien siclos de plata que te fueron hurtados, acerca de los cuales maldijiste, y de los cuales me hablaste, he aquí el dinero está en mi poder; yo lo tomé. Entonces la madre dijo: Bendito seas de Jehová, hijo mío".
Nota
“Basándose en la superioridad de su número, estas tribus exigieron una porción doble de territorio. La que les había tocado en suerte era la más rica de la tierra e incluía la fértil llanura de Sarón; pero muchas de las ciudades principales del valle estaban aún en poder de los cananeos, y las tribus, rehuyendo el trabajo y peligro que significaba conquistar sus posesiones, deseaban una porción adicional del territorio ya conquistado. La tribu de Efraín era una de las más grandes de Israel, y a ella pertenecía el mismo Josué. Por consiguiente sus miembros se creían con derecho a recibir una consideración especial. Dijeron a Josué: ‘¿Por qué me has dado como heredad una sola suerte y una sola parte, siendo nosotros un pueblo tan grande?’ Josué 17:14-18. Pero no lograron que el jefe inflexible se apartara de la estricta justicia” (Patriarcas y Profetas, pág. 490).
Dios hecho a la medida
2.- ¿Era la madre del hombre materialista o creyente? ¿Qué hizo con 200 piezas de plata una vez que las tuvo nuevamente?
Jueces 17:3-4 “Y él devolvió los mil cien siclos de plata a su madre; y su madre dijo: En verdad he dedicado el dinero a Jehová por mi hijo, para hacer una imagen de talla y una de fundición; ahora, pues, yo te lo devuelvo. 4 Mas él devolvió el dinero a su madre, y tomó su madre doscientos siclos de plata y los dio al fundidor, quien hizo de ellos una imagen de talla y una de fundición, la cual fue puesta en la casa de Micaía”.
Nota
“El poder del Dios de Israel había sido prometido a su pueblo, y si los efraimitas hubieran tenido el valor y la fe de Caleb, ningún enemigo habría podido oponérseles. Josué encaró firmemente el deseo manifiesto de ellos de evitar los trabajos y peligros. Les dijo: ‘Tú eres un gran pueblo y tienes un gran poder: no tendrás una sola parte, sino que aquel monte será tuyo, pues aunque es un bosque, tú lo desmontarás y lo poseerás hasta sus límites más lejanos; porque tú arrojarás al cananeo, aunque tenga carros de hierro y aunque sea fuerte’. Así sus propios argumentos fueron esgrimidos contra ellos. Siendo ellos un gran pueblo, como alegaban serlo, tenían plena capacidad para abrirse camino, como sus hermanos. Con la ayuda de Dios, no necesitaban temer los carros herrados” (Patriarcas y Profetas, pág. 491).
3.- ¿En qué nos hace pensar la frase “cada uno hizo lo que bien le parecía”? ¿Qué dicen las Escrituras acerca de la adoración de dioses paganos falsos?
Jueces 17:5-6 "Y este hombre Micaía tuvo casa de dioses, e hizo efod y terafines, y consagró a uno de sus hijos para que fuera su sacerdote. 6En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía".
1 Reyes 11:7 "Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón".
Nota
“Dios no le ha dado al hombre la libertad de apartarse de sus mandamientos. El Señor había declarado a Israel: ‘No haréis [...] cada uno lo que le parece’, sino ‘guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando’. Deuteronomio 12:8, 38. Al decidir sobre cualquier camino a seguir, no hemos de preguntarnos si es previsible que de él resultará algún daño, sino más bien si está de acuerdo con la voluntad de Dios. ‘Hay camino que al hombre parece derecho; pero es camino que lleva a la muerte’. Proverbios 14:12” (Patriarcas y Profetas, pág. 622).
Ordenación del propio sacerdote
4.- Mientras tanto, ¿quiénes vinieron a la casa de Micaía en la región montañosa de Efraín?
Jueces 17:7-8 "Y había un joven de Belén de Judá, de la tribu de Judá, el cual era levita, y forastero allí. 8 Este hombre partió de la ciudad de Belén de Judá para ir a vivir donde pudiera encontrar lugar; y llegando en su camino al monte de Efraín, vino a casa de Micaía".
Nota
“Su posición ha hecho que muchas personas en la localidad de _____, y alrededor de ella, piensen menos favorablemente de la Review de lo que de otro modo hubieran pensado, y han considerado muy livianamente las verdades que se encuentran en ella. Debido a eso, la Review no ha ejercido sobre ellos la influencia que Dios se proponía que tuviera. Y cada uno ha seguido su propio camino y ha hecho lo que le parecía bien ante sus propios ojos; debido a eso todos se encuentran muy a la retaguardia, y a menos que se efectúen cambios completos en ellos, serán pesados en la balanza y hallados faltos” (Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 284).
5.- ¿Qué se pensaría acerca de alguien con un sacerdote privado? ¿Cuál es la diferencia entre un sueño y declararse profeta?
Jueces 17:9-10 "Y Micaía le dijo: ¿De dónde vienes? Y el levita le respondió: Soy de Belén de Judá, y voy a vivir donde pueda encontrar lugar. 10Entonces Micaía le dijo: Quédate en mi casa, y serás para mí padre y sacerdote; y yo te daré diez siclos de plata por año, vestidos y comida. Y el levita se quedó".
Nota
“‘Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como una señal en vuestra mano, para que sean como frontales entre vuestros ojos….”
“‘He aquí, pongo delante de vosotros hoy una bendición y una maldición; Bendición, si obedecéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os mando hoy; y maldición, si no obedecéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, sino que os desviáis del camino que os mando este día, para ir en pos de dioses ajenos, que no habéis conocido….”
“‘No haréis como todo lo que hacemos aquí hoy, cada uno lo que bien le parece’, sino que ‘guardaréis en cumplir todos los estatutos y decretos que os he puesto hoy’ Deuteronomio 11:18, 26-28; 12:8; 11:32” (Review and Herald, 12 de junio de 1894).
Una religión hecha para sí
6.- ¿Qué autoridad tenía Micaía para ordenar sacerdote a una persona? ¿Cómo se compara con una persona hoy que se presenta como maestro de la verdad y se nombra mensajero del Señor?
Jueces 17:11-12 "Agradó, pues, al levita morar con aquel hombre, y fue para él como uno de sus hijos. 12Y Micaía consagró al levita, y aquel joven le servía de sacerdote, y permaneció en casa de Micaía".
Nota
“‘Mejor es obedecer que sacrificar’. Las ofrendas de los sacrificios no tenían en sí mismas valor alguno a los ojos de Dios. Estaban destinadas a expresar, por parte del que las ofrecía, arrepentimiento del pecado y fe en Cristo, y a prometer obediencia futura a la ley de Dios. Pero sin arrepentimiento, ni fe ni un corazón obediente, las ofrendas no tenían valor. Cuando, violando directamente el mandamiento de Dios, Saúl se propuso presentar en sacrificio lo que Dios había ordenado que sea destruido, despreció abiertamente la autoridad divina. El sacrificio hubiera sido un insulto para el cielo. No obstante conocer el relato del pecado de Saúl y sus resultados, ¡cuántos siguen una conducta parecida! Mientras se niegan a creer y obedecer algún mandamiento del Señor, perseveran en ofrecer a Dios sus servicios religiosos formales. No responde el Espíritu de Dios a tal servicio. Por celosos que sean los hombres en su observancia de las ceremonias religiosas, el Señor no las puede aceptar si ellos persisten en violar deliberadamente uno de sus mandamientos” (Patriarcas y Profetas, pág. 622).
7.- Siendo idólatra, ¿qué clase de religión tenía Micaía, ya que estaba convencido que recibiría la bendición de Dios al tener un levita como sacerdote privado?
Jueces 17:13 "Y Micaía dijo: Ahora sé que Jehová me prosperará, porque tengo un levita por sacerdote".
Nota
“El Señor les aseguró que debían expulsar de la tierra a los que eran una trampa para ellos, los que serían espinas en sus costados. Este era el mensaje del Señor, y su plan era que, bajo su tutela, su pueblo tuviera un territorio más grande y cada vez más grande. Dondequiera que edificaran casas y cultivaran la tierra, deberían establecer empresas de comercio para que ellos no tuvieran que pedir prestado de sus vecinos, sino sus vecinos de ellos. Debían aumentar sus posesiones y convertirse en un pueblo grande y poderoso. Pero se detuvieron a la mitad del camino. Tuvieron en cuenta su propia conveniencia, y no se hizo la obra única que Dios podría haber hecho para ellos al colocarlos donde se enseñase el conocimiento de Dios y se desterrasen las prácticas abominables de los paganos del país” (Manuscrito 126, 1899).
Estudio Adicional
“Existen muchos males en la iglesia, que ciegan los ojos y entorpecen los sentidos espirituales. La conciencia se adormece y no discierne el carácter abominable del pecado. Debemos examinarnos de cerca. Pablo dice: ‘Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaros a vosotros mismos. ¿No os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que seáis réprobados?’ ‘El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza: contra tales no hay ley. Y los que son de Cristo han crucificado la carne con las pasiones y las concupiscencias. Si vivimos en el Espíritu, caminemos también en el Espíritu. No seamos deseosos de vanagloria, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros’. (2 Corintios 13:5; Gálatas 5:22-26)” (Consejos para la iglesia, pág. 124).