Introducción
“Desde los tiempos de Josué, jamás había sido administrado el gobierno con tanta sabiduría y éxito como durante la administración de Samuel. Investido por la divinidad con el triple cargo de juez, profeta y sacerdote, había trabajado con infatigable y desinteresado celo por el bienestar de su pueblo, y la nación había prosperado bajo su gobierno sabio. Se había restablecido el orden, se había fomentado la piedad, y el espíritu de descontento se había refrenado momentáneamente; pero con el transcurso de los años el profeta se vio obligado a compartir con otros la administración del gobierno, y nombró a sus dos hijos para que lo ayudaran. Mientras Samuel continuaba desempeñando en Ramá los deberes de su cargo, los jóvenes administraban justicia entre el pueblo en Beer-seba, cerca del límite meridional del país” (Patriarcas y Profetas, pág. 592).
Ministrando ante el Señor
1.- ¿Qué servicio realizó Samuel desde el principio, cuando era apenas un niño?
1 Samuel 3:1 "El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia".
Nota
“Aunque era muy joven cuando se le trajo a servir en el tabernáculo, Samuel tenía ya entonces algunos deberes que cumplir en el servicio de Dios, según su capacidad. Eran al principio muy humildes, y no siempre agradables; pero los desempeñaba lo mejor que podía, con corazón dispuesto...” (Conflicto y Valor, pág. 144).
Llamado a ser profeta
2.- ¿Qué llamado recibió Samuel mientras ministraba en el santuario?
1 Samuel 3:4-5, 10-11 "Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí. 5 Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió y se acostó. … 10Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye. 11Y Jehová dijo a Samuel: He aquí haré yo una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos".
Nota
“Ana consagró a Samuel al Señor, y Dios se le reveló a él en su niñez y juventud. Debemos trabajar mucho más por nuestros niños y jóvenes, pues Dios los aceptará para que hagan grandes cosas en su nombre, enseñando la verdad en países extranjeros a los que están en las tinieblas del error y de la superstición. Si mimáis a vuestros hijos, complaciendo sus deseos egoístas, si fomentáis en ellos el amor al vestido y desarrolláis la vanidad y el orgullo, haréis una obra que chasqueará a Jesús, quien ha pagado un precio infinito por la redención de ellos. El desea que los niños le sirvan con un afecto indiviso” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 374).
3.- ¿Cuán ampliamente se sabía en Israel que Samuel era un profeta designado por el Señor?
1 Samuel 3:20 "Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová".
Nota
“Durante los años transcurridos desde que el Señor se manifestó por primera vez al hijo de Ana, el llamamiento a Samuel al cargo profético había sido reconocido por toda la nación. Al transmitir fielmente la divina advertencia a la casa de Elí, por penoso que fuera dicho deber, Samuel había dado pruebas evidentes de su fidelidad como mensajero de Jehová, ‘y Jehová estaba con él; y no dejó sin cumplir ninguna de sus palabras. Todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, supo que Samuel era fiel profeta de Jehová’” (Patriarcas y Profetas, pág. 578).
Sirvió como Juez
4.- ¿Qué otro cargo ocupó Samuel durante toda su vida? ¿Qué significó esto año tras año?
1 Samuel 7:15-17 "Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió. 16Y todos los años iba y daba vuelta a Bet-el, a Gilgal y a Mizpa, y juzgaba a Israel en todos estos lugares. 17Después volvía a Ramá, porque allí estaba su casa, y allí juzgaba a Israel; y edificó allí un altar a Jehová".
Nota
“Samuel había juzgado a Israel desde su juventud. Había sido un juez justo e imparcial, fiel en toda su obra” (Spiritual Gifts, tomo 4a, pág. 65). “‘Por entonces murió Samuel. Todo Israel se congregó para llorarlo y lo sepultaron en su casa, en Rama’. La nación de Israel consideró la muerte de Samuel como una pérdida irreparable. Había caído un profeta grande y bueno, y un juez eminente; y el dolor del pueblo era profundo y sincero. Desde su juventud, Samuel había caminado ante Israel con corazón íntegro. Aun cuando Saúl había sido el rey reconocido, Samuel había ejercido una influencia mucho más poderosa que él, porque tenía en su haber una vida de fidelidad, obediencia y devoción. Leemos que juzgó a Israel todos los días de su vida” (Patriarcas y Profetas, pág. 652).
5.- ¿A quién nombró juez Samuel cuando se hizo mayor y ya no podía realizar viajes largos? ¿Cuán fieles fueron?
1 Samuel 8:1-3 "Aconteció que habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. 2 Y el nombre de su hijo primogénito fue Joel, y el nombre del segundo, Abías; y eran jueces en Beerseba. 3 Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho”.
Nota
“Estos jóvenes, tanto por precepto como por ejemplo, habían recibido una fiel instrucción de su padre. No ignoraban las amonestaciones dadas a Elí y los castigos divinos que cayeron sobre él y sobre su casa. Aparentemente eran hombres de virtud e integridad genuinas, y también promisorios intelectualmente. Samuel compartió con sus hijos las responsabilidades de su cargo con pleno consentimiento del pueblo; pero aún había de probarse el carácter de estos jóvenes. Separados de la influencia de su padre se vería si eran leales a los principios que él les había enseñado. El resultado demostró que Samuel había sido dolorosamente engañado por sus hijos. Como muchos jóvenes de nuestros días que disfrutan de la bendición de estar bien capacitados, pervirtieron las facultades recibidas de Dios. El honor que les había sido conferido los volvió orgullosos y autosuficientes. No tuvieron como meta la gloria de Dios ni lo buscaron fervientemente en procura de fortaleza y sabiduría. Rindiéndose al poder de la tentación se volvieron avaros, egoístas e injustos. Declara la Palabra de Dios que ‘no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho’” (Signs of the Times, 2 de febrero de 1882).
Israel pidió un Rey
6.- Después de muchos años de administración de la nación por parte de los jueces, ¿qué petición le presentaron a Samuel los ancianos de Israel? ¿Qué le pareció esta propuesta?
1 Samuel 8:4-7 "Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel, 5 y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. 6Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová. 7 Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos".
Nota
“La gran debilidad de la iglesia ha sido la dependencia del hombre. Los hombres han deshonrado a Dios por no apreciar su suficiencia, por codiciar la influencia de los hombres. Israel se debilitó por la misma causa. El pueblo quería ser igual a las demás naciones del mundo, de modo que exigieron un rey. Decidieron ser guiados por un poder humano visible, en vez del poder divino, que era invisible, el cual los había dirigido y guiado hasta entonces, y les había dado la victoria en las batallas. Efectuaron sus propias elecciones y como resultado se produjo la destrucción de Jerusalén y la dispersión de la nación” (Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pág. 252).
7.- Aunque una monarquía no era conforme al ideal de Dios, ¿cómo cumplió Samuel su mandato?
1 Samuel 9:15-16; 10:1 "Y un día antes que Saúl viniese, Jehová había revelado al oído de Samuel, diciendo:16Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; porque yo he mirado a mi pueblo, por cuanto su clamor ha llegado hasta mí…. 10:1Entonces Samuel tomó una copa de aceite, y la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y dijo: ¿No es porque Jehová te ha ungido por príncipe sobre su heredad?".
Nota
“Pero el pueblo no aceptó el consejo de Samuel y continuó exigiendo un rey…. Aquí Dios concedió al Israel rebelde lo que resultaría una pesada maldición para ellos, porque no se someterían a que el Señor gobernara para ellos. Pensaron que sería más honroso ante los ojos de otras naciones que se dijera: Los hebreos tienen rey. El Señor ordenó a Samuel que ungiera a Saúl como rey de Israel. Su apariencia era noble, propia del orgullo de los hijos de Israel. Pero Dios les dio una exhibición de su disgusto. No era una estación del año en la que recibieran fuertes lluvias, acompañadas de truenos” (Spiritual Gifts, tomo 4a, págs. 67-68).
Estudio Adicional
“La injusticia de estos jueces causó mucho desafecto, y así proporcionó al pueblo un pretexto para insistir en que se llevara a cabo el cambio que por tanto tiempo había deseado secretamente. …No se le había hablado a Samuel de los abusos cometidos por sus hijos contra el pueblo. Si él hubiera conocido la mala conducta de sus hijos, les habría quitado sus cargos sin tardanza alguna; pero esto no era lo que deseaban los peticionarios. Samuel vio que lo que los movía en realidad era el descontento y el orgullo y que su exigencia era el resultado de un propósito deliberado y resuelto” (Patriarcas y Profetas, pág. 593).
“La vida de Samuel desde su temprana niñez había sido una vida de piedad y devoción. Había sido puesto bajo el cuidado de Elí en su juventud, y la amabilidad de su carácter le granjeó el cálido afecto del anciano sacerdote. Era bondadoso, generoso, diligente, obediente, y respetuoso. ... Cuán conmovedor es ver a la juventud y la vejez confiando la una en la otra, a los jóvenes buscando consejo y sabiduría en los ancianos, a los ancianos buscando ayuda y simpatía en los jóvenes. Así debiera ser. Dios quisiera que los jóvenes poseyesen tales cualidades de carácter, que encontraran deleite en la amistad de los ancianos, para que puedan estar unidos por los fuertes lazos del cariño con aquellos que se están aproximando a los bordes del sepulcro” (Conflicto y Valor, pág. 144).